Sentada, inquieta, quebrada, es así cuando viendo hacia el pasado me doy cuenta de mis errores, de mis fallos, de mi ingenuidad, y me pregunto en qué momento quise soñar una vida al lado de la mujer que destiño mi cara de tantas lagrimas, esa que me hace re-formularme ¿Cuántas veces puede romperse un corazón?, pensaba que con una era suficiente, que dos era mera necedad humana y que tres era una abominación; pero aquí me encuentro con casi 21 años y un millón de banditas adhesivas, de raspones y confusión; cómo quién dice amarte es capaz de sobre poner su ''curiosidad'' a cualquier cosa, y te mira con la mayor de las frescuras mientras le dices que no pretendes aguantar más que se babosea con cualquiera, y entonces la culpa es mía, ¿no?, ¿por celosa?, ¿por querer alguien en mi vida sólo para mi?, entonces yo debería aceptar infinitas actitudes que me incomodan, que me molestan, que me maltratan (¿?), y en este punto siento que estoy equivocada al tener la razón, que estoy fallando, que soy un asco, cada segundo que dicta el reloj soy más insegura, más triste, menos amada.
Yo que le digo que no quiero seguir así,
que aunque se me seque el corazón
y no crea en el mañana, ni en el amor,
ni en las personas, ni en el oxígeno, ni en mi;
aunque sepa después de esto no podré volver a levantarme;
ella sólo me dice que no necesita alguien como yo en su vida.
-Así escriben las cenizas de un corazón.-
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